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Presentar las obras de Adrian Aguirre y Luis Yuijan en una misma sala me pareció necesario por muchas razones, una de ellas es que cuentan historias de la experiencia latinoamericana vivida desde los márgenes en el caso de Aguirre y desde la perspectiva migrante en el caso de Yuijan. 

 

Cada uno muestra un estilo marcado e individual en cuanto a técnica, colores y composición 

pero al hacer el ejercicio de agrupar y estar juntos, notas similitudes y guiños que sientes que se acompañan y están inmersos en un diálogo fluido. Se posicionan en lugares y escenas claves, muestran afinidad por los videojuegos, películas de acción, terror serie b, mezclados a su vez con personajes mediáticos, personas que aparecen en las noticias por asesinatos, enfrentamientos con la policía, trabajadores de la economía informal, caminantes que cruzan la frontera en búsqueda de un mejor porvenir y un sin fin de historias más, que fueron deseosas de convertirse en pinturas al ser escuchadas.

 

A veces, no solo se cuenta una historia sino que se asoma una especie de popurrí de varias en donde conviven diversas circunstancias ligadas al realismo mágico contemporáneo. 

 

En Latidoamerica se desea representar esa mixtura de color, alegria, lucha, violencia, resilencia, abusos, belleza de un sinfin de sensaciones y vivencias que nos deja el ser latino… A veces queriendo ser parte, a veces huyendo, a veces negándolo. Entre Aguirre y Yuijan también dialoga el caos, la desigualdad, la injusticia, en escenas presentadas con colores vibrantes y voraces. Es como salir a la calle y encontrarte con los estímulos que hay en cada paso: carteles, comercios, ruido, basura, música, comida… Envueltos en un paisaje luminoso que a veces tiene esperanza y a veces quiere rendirse. 

 

"Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales nativos. En la alquimia colonial y neocolonial, el oro se transfigura en chatarra, y los alimentos se convierten en veneno." Eduardo Galeano, «Las venas abiertas de América Latina», 2.da edición. 9na reimpr. -Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2018. Pág. 16.

Ana Orozco

Curadora

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